COLOMBIA (AndeanWire, 17 de marzo de 2017). La industria del tabaco está evolucionando y su apuesta radica en sustituir el cigarrillo con la tecnología libre de humo, a través de la cual los consumidores reducirían significativamente su riesgo de padecer enfermedades asociadas al tabaquismo.
Para lograrlo, la industria está introduciendo al mercado nuevos productos libres de humo
– “smoke-free products” en inglés – que en vez de quemar, calientan el tabaco, evitando la generación de miles de componentes tóxicos producidos en la combustión de un cigarrillo tradicional y que son la causa principal del daño a la salud.
Dentro de esta categoría se encuentran los Productos Electrónicos de Calentamiento de Tabaco – EHTPs por sus siglas en inglés, los cuales cuentan con un mecanismo electrónico que calienta, a temperaturas controladas por debajo de la combustión, unidades de tabaco especialmente diseñadas. Al producirse este calentamiento, se libera un aerosol que contiene nicotina y tiene en promedio 90-95% niveles más bajos de componentes nocivos o potencialmente nocivos en comparación con el humo de un cigarrillo tradicional. Dicha conclusión se encuentra en estudios remitidos a la Food and Drugs Administration – FDA de los Estados Unidos para el caso de iQOS, un EHTP comercializado por Philip Morris International. Esa remisión se realizó en el marco de la regulación de Productos de Tabaco de Riesgo Modificado (MRTPs), en diciembre de 2016.
La razón es que un cigarrillo tradicional arde a temperaturas entre 600-900°C, liberando aproximadamente cerca de 8,000 compuestos, algunos de ellos con un fuerte impacto negativo en la salud. Ahora, con la tecnología que permite calentar el tabaco a temperaturas por debajo de los 350 °C, el fuego, el humo y las cenizas son cosa del pasado.
El EHTP mencionado consta de tres partes principales: la primera contiene láminas de hoja de tabaco en pequeños cilindros o unidades desechables con las que el fumador adulto emula la experiencia del contacto en la boca de un cigarrillo tradicional, por su tamaño y textura.
La segunda es la cuchilla o lámina de calentamiento que se activa con la presión de un botón. Al calentarse el tabaco se libera el aerosol con su sabor característico, lo cual simula el ritual tradicional, pero sin combustión.
Por último, el dispositivo cuenta con un software de control de calentamiento y una batería recargable que permite usarlo, cada vez que se enciende, en 14 inhalaciones o durante unos seis minutos, igual que en el caso de un cigarrillo tradicional.
Estos dispositivos ya están viendo la luz en diferentes mercados del mundo. Al menos unos 30 países entre los que se encuentran Canadá, Japón, Portugal, Rumania, Rusia, Suráfrica, Reino Unido, Alemania, Italia e Israel, permiten su comercialización y en 2017 está previsto que lleguen a América Latina.
Esta revolución está permitiendo que se abra un nuevo capítulo en la discusión de la política de reducción del daño.
Ventajas de la innovación en el sector del tabaco
Las ventajas de los nuevos productos de administración de nicotina sin combustión son muchas, en especial las relacionadas con la potencial disminución del riesgo en la salud de los fumadores adultos.
De acuerdo con las investigaciones más recientes llevadas a cabo por prestigiosas instituciones de salud pública, como lo es el Public Health England, los cigarrillos electrónicos son 95% menos dañinos para la salud que los cigarrillos convencionales. Así mismo, según estudios de laboratorio remitidos a la FDA para la validación de uno de estos productos como Producto de Tabaco de Riesgo Modificado, el vapor generado por estos dispositivos no tiene un impacto negativo en la calidad del aire en interiores, y adicionalmente no generan fuego, ni humo y pueden tener el potencial de reducir el riesgo en la salud de los fumadores adultos.
Otros desarrollos e innovaciones
El éxito de estos productos depende en gran medida de que el fumador adulto encuentre una experiencia similar e igual de satisfactoria al consumo de cigarrillos tradicionales.
Para ello, la industria trabaja en otros desarrollos basados en el calentamiento del tabaco a través de partes de carbón prensado y en la liberación consiguiente del aerosol que contiene nicotina, mientras se aspira, sin requerir de partes electrónicas.
Otra área de desarrollo con alto potencial es la de productos sin tabaco, que vaporizan una solución líquida que contiene nicotina. De nuevo, estos productos no involucran la quema de tabaco, sino que están basados en el calentamiento de un líquido o en la reacción entre una base de nicotina y un ácido orgánico débil.
Los vaporizadores han logrado popularidad en diferentes mercados, especialmente en Europa y por lo general, se componen de un sistema electrónico con boquilla y un sistema de tanques recargables.
Con este panorama, la industria plantea una revolución en materia de consumo de tabaco con el potencial de reducir el riesgo en la salud de más de 1.300 millones de fumadores que en el 2030 seguirán con el hábito, según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud.
Source: AndeanWire