A medida que el sector de las monedas digitales crece y se expande, también lo hacen las amenazas y riesgos, sobre todo teniendo en cuenta el mayor interés global por este mercado que empezó siendo muy pequeño y que hoy en día se puede encontrar en todas partes del mundo. Si te encuentras pensando en invertir en Bitcoin u otras criptomonedas, te conviene leer este artículo para poder desarrollar mejor tu estrategia y contar con la mejor información del mercado en su conjunto.
A medida que todo el mundo sabe más y más de criptomonedas y la idea de comprar Bitcoins se extiende en toda la población, también surgen nuevos desafíos para un mercado que no parece tener su techo cerca. En ese sentido, el 2022 puede representar una serie de desafíos a tener en cuenta y que nos pueden ayudar a desarrollar mejor nuestro portafolio.
En primer lugar, es inevitable no observar un fenómeno particular: Bitcoin ha cambiado su patrón histórico de ser un mercado autónomo y lejano para estar cada vez más cerca de los mercados tradicionales en su comportamiento, así como también los lazos que se tejen entre bancos tradicionales y organismos de control. De hecho, hasta el propio Joe Biden señaló que la Casa Blanca estaría trabajando en su propia criptomoneda.
Así, Bitcoin dejó de ser una oveja negra en el mundo financiero para convertirse en una parte más y su comportamiento se suele ver reflejado en otros activos. Incluso su volatilidad, que era una marca que los diferenciaba, ahora es el elemento que genera interés por parte de los inversores. El conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, por ejemplo, ha hecho que ahora todos miren a Bitcoin y su respuesta, algo similar a lo que había ocurrido en los comienzos de la pandemia.
Otro de los riesgos de este 2022 para Bitcoin y otras criptomonedas es el avance de las medidas regulatorias y lo que eso puede generar. Durante días se vivió una alta tensión por lo que iba a decidir la Unión Europea en relación a las monedas digitales que se pueden conseguir mediante Prueba de Trabajo (PoW): si llegaban a limitarse o prohibirse, hubiera sido un golpe grave para Bitcoin o Ethereum, por ejemplo.
Lo mismo ocurrió con el anuncio de la “Ley Biden”, el cual estaba estimado para febrero pero la actualidad en Ucrania retrasó todo. Que la mayor potencia mundial establezca un plan regulatorio prende las alarmas para que el resto del mundo siga sus pasos. De hecho, muchos mercados emergentes ya han cambiado su matriz impositiva con el fin de adecuarse a los tiempos que corren e incluir a las criptomonedas. ¿Será el 2022 el año de la regulación global?
Por último, y no menos importante, muchos países pueden apostar a una estrategia de bloqueo minero en medio de una crisis energética, por lo que las investigaciones sobre energías renovables pueden ser claves para que las criptomonedas sigan avanzando a pasos agigantados.